¿Por qué Portugal es un destino tan atractivo para los jóvenes?

 Para muchos, viajar es el mejor aliciente para el alma y una forma de recargar energías.

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Para otros, es la oportunidad perfecta para descubrir nuevas culturas, conocer gente y vivir experiencias inolvidables. Si busca un destino que reúna todo esto, Portugal lo tiene todo: impresionantes
paisajes, playas de ensueño y una rica tradición artística, cultural y gastronómica, sin olvidar sus exquisitos vinos.

Considerado uno de los destinos por excelencia para los nómadas digitales, Portugal se ha convertido
en un referente para profesionales que buscan disfrutar de los beneficios del trabajo remoto. De hecho, el país ofrece un visado especial para este tipo de trabajadores. Su atractivo no solo radica en el bajo costo de vida, sino también en su creciente comunidad de profesionales que, a través de la virtualidad, encuentran una forma de estar conectados.

Todo esto ha impulsado el turismo en los últimos años.

La primera parada en este viaje a Portugal es Oporto, una encantadora ciudad costera a orillas del río Duero. Se erige como un centro cultural e histórico no solo por su arquitectura barroca y sus calles adoquinadas que invitan a recorrerla, sino también por su casco antiguo, declarado Patrimonio de la Humanidad por la Unesco.

Aquí, el pasado se entrelaza con toques modernos que hoy en día invitan a los turistas a disfrutar de
su magia. Si busca un paseo tranquilo, el Muelle de la Ribeira es una parada imperdible. Desde este punto estratégico se puede admirar la arquitectura del centro histórico, donde se destacan coloridos edificios que combinan elementos barrocos y neoclásicos.

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Además, esta zona es conocida por su oferta gastronómica y por ofrecer una vista privilegiada del emblemático Puente de Luis I.

Otra forma de descubrir Oporto es a través de su riqueza literaria, y no es para menos, teniendo como referente a un premio Nobel de Literatura (1998) como José Saramago. Un lugar irreemplazable en esta visita es la icónica Librería Lello, también conocida como Librería Chardron.

Desde la entrada, los visitantes quedan cautivados con su imponente arquitectura neogótica portuguesa, que refleja el paso del tiempo con elegancia.

Al recorrer cada rincón de la librería, se pueden admirar sus detalles únicos, como el techo esculpido y los estantes repletos de libros. Sin embargo, el verdadero protagonista es su majestuosa escalera roja, que se alza en el centro del lugar y acapara todas las miradas. 

A lo largo de los años, han surgido leyendas urbanas que sugieren que su arquitectura inspiró a J.K. Rowling, autora de Harry Potter, en la creación de Hogwarts.

Sin duda, vale la pena dejarse seducir por la Librería Lello, un tesoro de letras detenido en el tiempo.

Visitar Oporto y no disfrutar de un buen vino es dejar la experiencia incompleta, especialmente en una ciudad donde cada rincón está impregnado de una tradición vinícola ancestral. En el corazón histórico
de Gaia, a pocos pasos del centro, se encuentra WOW (World of Wine), un distrito cultural dedicado a la historia de Portugal y su industria vitivinícola.

Este complejo reúne antiguas bodegas de vino y ofrece una experiencia inmersiva con siete museos,
doce restaurantes y bares, tiendas, galerías de arte y una escuela de vinos. Para los verdaderos amantes
de esta bebida, la parada obligada es la Experiencia del Vino, un recorrido que comienza explorando las regiones del mundo donde las condiciones favorecen la producción de viñedos, pasando por el estudio de los tipos de suelo, la composición de la uva y culminando con el proceso de embotellado.

A lo largo de la visita, los asistentes disfrutarán de una experiencia interactiva que combina historia,
tecnología y sensaciones únicas, que incluye aromas y catas de vino.

Para cerrar con broche de oro, no olvide pasar por el bar Angel’s Share, un espacio ideal para degustar vinos mientras se contempla una vista privilegiada de Oporto.

Otro de los recorridos más recomendados en Portugal es viajar en tren desde Oporto hasta Lisboa. El trayecto dura aproximadamente tres horas y 20 minutos, por lo que es ideal disponer de tiempo suficiente para disfrutar del viaje y del paisaje en el camino.

Lisboa, con su geografía marcada por un estilo barroco tardío y neoclásico, es una ciudad de contrastes que se revelan al recorrer sus calles. Sus empinadas pendientes, escaleras y callejones no solo narran su historia, sino que también conducen a impresionantes miradores desde donde se puede admirar la belleza de la capital portuguesa.

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Para los amantes de los atardeceres, una parada obligatoria es el Mirador de Santa Lucía y el Mirador de la Señora del Monte, dos de los puntos más emblemáticos para contemplar vistas inolvidables

Lisboa es una ciudad que se adapta a todos los gustos, fusionando diseño, arte e historia con un vibrante espíritu urbano que invita a descubrir nuevas experiencias.

Para quienes disfrutan explorando las ciudades desde una perspectiva más contemporánea, un must es LX Factory. Ubicado a los pies del Puente 25 de Abril, este espacio creativo, instalado en una antigua fábrica, es hoy un epicentro cultural donde el arte, la gastronomía y la literatura convergen en
un ambiente único.

Aquí se encuentra la icónica librería Ler Devagar, una joya que deslumbra con su diseño y su atmósfera bohemia. Es de destacar que LX Factory se ha convertido en un punto de referencia para quienes buscan moda y diseño local, gracias a su amplia oferta de tiendas de emprendimientos portugueses.

Portugal.

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El encanto de Lisboa también reside en su equilibrio entre lo clásico y lo sublime. Un lugar imperdible en este recorrido es la majestuosa Plaza del Comercio, ubicada en el corazón de la ciudad. Su imponente arquitectura no solo resalta los atributos de una urbe con más de 3.000 años de historia, sino que también evoca su trágico pasado, pues tuvo que ser reconstruida por completo tras un devastador
terremoto de 1755.

La vista en esta plaza se complementa con el Arco Triunfal de Augusta, una imponente estructura que da la bienvenida a quienes se adentran en el centro histórico de Lisboa.

Al recorrer el centro de Lisboa, es imposible no detenerse a admirar el Elevador de Santa Justa, una
de las joyas arquitectónicas de la capital. Esta imponente estructura de estilo neogótico le permite tanto a locales y turista ascender al Barrio Alto, regalando vistas que son dignas de una postal.

Si algo cautiva a los turistas en Lisboa es su capacidad de fusionar historia, cultura y arquitectura
con influencias de otras grandes ciudades del mundo. Un claro ejemplo de ello es el Cristo Rey, una
majestuosa estatua inspirada en el Cristo Redentor de Río de Janeiro.

Esta obra, creada por el escultor portugués Francisco Franco de Sousa, fue erigida en honor al Sagrado Corazón de Jesús y se ha convertido en un símbolo de fe y contemplación con
vistas privilegiadas de la ciudad.

Otro reflejo del carácter inspirador de Lisboa es el Puente 25 de Abril, que atraviesa el río Tajo y, con
su diseño colgante y color rojo, a menudo es comparado con el Golden Gate de San Francisco, Estados
Unidos. Para quienes desean admirar esta obra de ingeniería en todo su esplendor, el mejor punto es
desde el Monumento a los Descubrimientos, en el barrio de Belém. Desde allí, además de disfrutar
de la vista panorámica del puente y sus más de 2,2 kilómetros de longitud, también se puede llegar a
la emblemática Torre de Belém, uno de los mayores símbolos de la ciudad.

Portugal

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Este recorrido por Lisboa no estaría completo sin dejarse seducir por su lado más mágico y de cuento de hadas. La región es conocida por sus impresionantes castillos, especialmente los que se encuentran en Sintra, un destino a las afueras de la capital que evoca el esplendor de la nobleza portuguesa.

Uno de los castillos más fascinantes es la Quinta da Regaleira, un solemne palacio rodeado de exuberantes jardines y enigmáticos senderos que invitan a explorar su rica historia. Su arqui-
tectura y sus misteriosas galerías subterráneas hacen de este lugar un sitio imperdible para quienes buscan una experiencia única.

Otro tesoro de Sintra es el Palacio Nacional da Pena, una de las joyas arquitectónicas más emblemáticas de Portugal. En este palacio de vibrantes colores, los visitantes podrán disfrutar de una visita guiada por sus lujosas estancias y recorrer los hermosos jardines que rodean esta antigua  residencia de verano de la familia real portuguesa.

Este viaje en el tiempo no solo permite descubrir la historia del país, sino también admirar la opulencia y el refinamiento con los que vivía una de las dinastías más poderosas de Portugal.

JOHANA LORDUY
Portafolio