Revista Portafolio

18 abr 2025 - 8:22 p. m.

Diana K. Rodríguez T.

Magno Chocolates: elevando el cacao colombiano en el mundo

Nataly Nicholl, fundadora de Magno, explica el reto de llegar a EE. UU., pero, además, el de aprovechar los caminos que se abren en Colombia.

Nataly Nicholls

Nataly Nicholls, fundadora de Magno Chocolates.

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El cacao colombiano es un tesoro poco explorado en comparación con productos emblemáticos del país como el café o las esmeraldas. Sin embargo, empresas como Magno Chocolates, fundada por Nataly Nicholls y quien también es su gerente, han asumido el reto de posicionarlo a nivel internacional, apostando por la educación del consumidor y la expansión a mercados clave como Estados Unidos.

En esta entrevista, Nicholls explica su oferta basada en ingredientes naturales y técnicas artesanales,
donde Magno Chocolates ha conseguido abrirse camino en el exigente mercado estadounidense, pero además en las principales ciudades de Colombia.

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¿Cuál fue el balance de Magno Chocolates?

El año pasado, en septiembre, Magno Chocolates llevaba un crecimiento del 5%. En ese momento
teníamos la esperanza de que todo el esfuerzo que habíamos realizado durante el año en Estados Unidos diera frutos y el mercado explotara en la última parte del año. Y, afortunadamente, así fue.

Terminamos con un crecimiento total del 13%, lo que consideramos un balance muy positivo en un año donde muchas empresas del sector se vieron afectadas. Con reposterías y chocolaterías cerrando debido a las dificultades económicas, nosotros logramos un crecimiento significativo, lo cual nos dejó muy satisfechos y con mucho optimismo.

Estados Unidos tuvo un auge impresionante hacia finales de año. A partir de noviembre, las ventas comenzaron a dispararse y diciembre fue una locura. Recibimos publicaciones en varios medios de comunicación masivos en ese país, lo que nos ayudó enormemente a ganar visibilidad.

Este año también inició con cifras alentadoras. Solo en Colombia crecimos un 38% en enero. Si sumamos las ventas en Estados Unidos, el crecimiento es mucho mayor, prácticamente el doble. Febrero también fue un mes muy exitoso, en gran parte gracias a la celebración de San Valentín, que es una fecha clave en el mercado estadounidense. Con estos resultados, estamos muy motivados y con grandes proyectos en marcha.

Magno Chocolates

Magno Chocolates

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¿Abrieron más mercados en Colombia?

Sí. Recientemente iniciamos operaciones en Barranquilla, una ciudad donde siempre habíamos querido estar, ya que teníamos una demanda considerable de clientes interesados en nuestros productos. El principal reto ha sido la logística, especialmente el transporte de chocolates en una región de temperaturas tan altas como la de Cartagena y Barranquilla. Sin embargo, logramos superar ese obstáculo y ahora los pedidos pueden realizarse directamente desde nuestra página web con entrega local, lo que reduce significativamente los costos de envío.

Además, estamos trabajando en un centro de experiencias en el Centro Histórico de Cartagena. Este espacio estará diseñado para honrar el cacao colombiano y ofrecer una experiencia inmersiva sobre su historia, valor y proceso de elaboración. En muchas ocasiones, los colombianos valoran más lo que viene de afuera y desconocen la riqueza que tenemos en nuestro propio país. Queremos cambiar esa percepción y darle al cacao colombiano el reconocimiento que merece.

Ustedes han inspirado la propuesta del cacao fino colombiano. ¿Cómo avanzan en eso?

El mundo del chocolate está atravesando un movimiento hacia el cacao fino, algo que viene ocurriendo desde hace aproximadamente seis años. Cada vez más personas están descubriendo que la mayor parte del cacao comercial proviene de África y que, en muchos casos, no es de alta calidad. Para compensarlo, los grandes productores añaden saborizantes artificiales para disimular las deficiencias del producto. En contraste, la tendencia actual apuesta por producciones en pequeños lotes (‘small batch production’), lo que permite un mayor control de calidad y la posibilidad de resaltar perfiles sensoriales distintivos.

Nuestro objetivo en Colombia es consolidar este movimiento, educando a los consumidores sobre el potencial de nuestro cacao y permitiendo que experimenten su autenticidad. Con nuestro centro de experiencias en Cartagena, los visitantes podrán ver el proceso completo desde el grano hasta la barra de chocolate, e incluso fabricar su propia barra. Además, contaremos con un mini museo para narrar la historia del cacao colombiano. Empezamos las reformas en abril y esperamos abrir para mediados de mayo.

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Magno Chocolates

Magno Chocolates

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¿Qué disparó el mercado de Estados Unidos?

El crecimiento allí fue resultado de dos factores clave. En primer lugar, nuestra línea de eventos tuvo una alta demanda a final de año. Organizamos experiencias personalizadas con cajas de chocolates y cartas virtuales, lo que generó una conexión especial con los clientes.

En segundo lugar, nuestra estrategia de marketing ha sido clave. Desde el blog de Magno Chocolates le hemos contado al mundo por qué el cacao colombiano es tan especial. Publicamos contenido sobre el cacao fino, lanzamos versiones premium de productos virales, como la barra de Dubái, utilizando ingredientes naturales y de alta calidad. Esta propuesta ha sido un éxito tanto en Colombia como en Estados Unidos. Recibimos nuestro primer gran pedido de un distribuidor solo para la barra de pistacho y también tuvimos un gran desempeño con el calendario de adviento.

Además, logramos aparecer en medios prestigiosos, lo que impulsó significativamente nuestras ventas online. Nuestro reto ahora es seguir posicionando el cacao colombiano en Norteamérica, ya que, aunque el mundo reconoce el café colombiano, el cacao aún es un secreto por descubrir.

¿De todos los segmentos, cuál se está moviendo más?

Las cajas de bombones y las barras tienen comportamientos diferentes. Las barras están más orientadas al consumo propio, mientras que los bombones son populares como regalos. En fechas especiales como San Valentín vemos un incremento en su venta. En cambio, en el día a día, las barras son las favoritas.

Hemos trabajado para que cada producto refleje la riqueza del cacao colombiano. Por ejemplo, nuestra caja 'Origen' ahora incorpora ingredientes autóctonos como corozo, gulupa y miel, buscando que nuestros chocolates ofrezcan una experiencia gastronómica de autor. Y así con cada uno de nuestros productos.

¿Cómo es esa logística de exportación?

Manejamos la logística directamente desde Colombia a Estados Unidos, ya que mantener inventario en ese país es costoso y los tiempos de envío son similares. Logramos entregas en dos días a cualquier ciudad de ese país.

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Magno Chocolates

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¿Siguen trabajando con el oro de 24 quilates en los bombones?

Sí. Sigue siendo nuestra insignia. Consideramos nuestros bombones como gemas, y el oro refuerza ese concepto. Las barras no las decoramos con oro porque son más de consumo propio, por lo que es más importante tener un buen precio a que tenga oro.

Con ellas nos vamos más por el lado de lo que nosotros denominamos 'Ethical', 'Exotic' y 'Exquisite'. 'Exotic', porque tenemos productos autóctonos colombianos muy exóticos. 'Ethical', porque viene de una cadena ética de cacaocultores colombianos y 'Exquisite', porque siempre buscamos unas mezclas que sean muy balanceadas.

¿Tienen proveedores o implementaron su cultivo propio?

En ese momento estamos empezando a cultivar nuestros primeros 80 árboles de cacao de prueba en la finca de mis papás. Sin embargo, seguimos con Magno Social Mission, que trabajamos de la mano con cacaocultoras en Huila, donde tenemos un grupo de mujeres que hemos estado apoyando desde el año pasado y seguimos este 2025 con Flor de Cacao, su emprendimiento con el cual la idea es apadrinarlas hasta junio.

Siento que quiero hacer lo que hizo Capital Semilla conmigo en Medellín en esa etapa temprana de emprendimiento, donde no solo me ayudó con la parte monetaria, sino también un acompañamiento de capacitaciones de empresa.

¿Planean abrir más mercados?

Aún hay mucho por hacer en Estados Unidos. Nos enfocamos en ciudades como Los Ángeles, Miami y Nueva York, pero hay muchas más por conquistar. Aunque hemos recibido propuestas de Puerto Rico, Walmart y Walgreens, y queremos crecer de manera sostenible antes de expandirnos a ese nivel.

¿Para usted, cómo puede progresar el cacao?

El primer paso es que los colombianos creamos en nuestro propio producto. Recientes hallazgos arqueológicos confirman que el cacao tiene raíces en la Amazonía, lo que refuerza su importancia histórica. Nuestro trabajo no solo es vender chocolate, sino también educar sobre el valor de nuestro cacao y posicionarlo como un referente mundial.

DIANA K. RODRÍGUEZ T.
Periodista de Portafolio

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